Los frutales en flor ocupan un lugar destacado en la producción de Van Gogh. Antes de su famoso almendro, ya había pintado estos árboles en diferentes ocasiones, y en este artículo les cuento sobre dichas obras.
En febrero de 1888 Van Gogh abandona Paris y se dirige a la ciudad de Arles, al sur de Francia, buscando un clima más cálido y un mayor contacto con la naturaleza. Cuando llegó era invierno y todo estaba cubierto de nieve, pero a las pocas semanas los primeros almendros comenzaron a florecer. La primavera se asomaba.
«Aquí hay una fuerte helada, y en el campo todavía hay nieve. Tengo un estudio de un paisaje blanco con la ciudad al fondo, y luego dos pequeños estudios de una rama de un almendro, que ya está en flor a pesar de todo.”
Vincent Van Gogh, 2 de marzo de 1888
Hacia fines de marzo todos los árboles frutales rebozaban de flores, y Van Gogh estaba fascinado con el espectáculo que brindaban. Día tras día tomaba su caballete, sus óleos y salía a pintarlos lleno de entusiasmo.
“Esta mañana trabajé en un huerto de ciruelos en flor. De repente comenzó a soplar un viento tremendo, un efecto que solo vi aquí. En los intervalos el sol hacía brillar todas las florcitas blancas, ¡fue tan hermoso!”
Vincent Van Gogh, 11 de abril de 1888
Con la intensidad que lo caracterizaba, completó 15 cuadros en muy poco tiempo. Sabía que las flores no duraban mucho, y que debía apresurarse si quería retratarlas en su esplendor. El resultado es esta serie de pinturas, y en este video les cuento más sobre ellas:
Dos años después, estando internado y en medio de una fuerte crisis, se entera del nacimiento de su sobrino y pinta estas ramas de almendro en flor para él.
Como ven, las flores fueron grandes protagonistas en la obra de Van Gogh. A través de ellas plasmó sus sentimientos y emociones, experimentó con el color y fue definiendo su estilo como artista. Es por eso que el curso online “Las flores de Van Gogh” está exclusivamente dedicado a ese tema. Pueden acceder a toda la info desde AQUÍ
Imagen de portada: «Huerto con durazneros en flor», 1888