Utilizando tintes naturales y la técnica del ecoprint, la diseñadora de indumentaria Eugenia Zoia crea prendas únicas, que transmiten su amor por la naturaleza y el respeto al medio ambiente.

La cita es en el cálido espacio de Forma Taller, un estudio en Belgrano que reúne a distintas marcas de diseño inspiradas en el mundo natural. Allí me recibe Euge para contarme sobre su emprendimiento y mostrarme la cocina de su trabajo. Y sí, cocina, porque las prendas se realizan de forma totalmente artesanal y el proceso culmina en una olla a vapor, donde hojas y pigmentos vegetales dejan su estampa en la tela, luego de una cocción de dos horas.

Pero vayamos al principio. Siempre me interesó saber cómo se gesta un proyecto, hasta dónde se remontan sus orígenes. En el caso de Euge se entremezclan las manos de su mamá y su abuela -que siempre se hicieron su propia ropa-, el jardín de su casa en un barrio tranquilo del conurbano, el gusto por la pintura. Lo visual siempre le llamó la atención y así, mientras cursaba la carrera de Diseño de Indumentaria, comenzó a pintar telas y realizar serigrafías, siempre interesada en la parte manual y en aplicar distintas texturas.

Luego de trabajar algunos años en relación de dependencia decidió encarar su propio emprendimiento, armando un taller de serigrafía en su casa. Paralelamente, esa atracción por lo visual la acercó a la fotografía, como un medio de expresión para plasmar su mirada. Fue justamente mientras preparaba un ensayo fotográfico sobre el problema de la basura cuando comenzó a conectarse con la temática medioambiental y cuestionarse sobre los métodos de producción tradicionales.

Esto la llevó a investigar cómo llegar a los colores de forma natural, realizando distintos talleres donde aprendió primero el método milenario de teñido con tintes naturales, desarrollado por las culturas originarias de la región andina, y posteriormente la técnica del ecoprint. La misma consiste en emplear materiales vegetales -hojas, cortezas, semillas, cáscaras- que se colocan sobre la tela y luego de un proceso de cocción dejan su estampa, su huella directa. En palabras de Euge: “…entonces se ve que estuvo esa hoja en la tela, es la imagen, es lo visual, es la textura, y es ahí donde me encuentro, en lo más simple, lo que menos elementos necesita”.

Simpleza que en realidad no es tal, ya que todo el proceso lleva de tres semanas a un mes, desde que elige las telas –que generalmente provienen de descartes o discontinuados-, les quita los aprestos y otras sustancias, las corta, las envía a los talleres de confección, supervisa las prendas y luego recién realiza el estampado. Para ello las plantas deben ser frescas, por lo cual parte de la tarea implica también salir a recorrer y juntarlas.

El resultado final es mucho más que una remera o un vestido. Son prendas únicas, delicadas, que reflejan todo el amor y cuidado con el que fueron realizadas.  Pero por sobre todo, son en sí mismas un manifiesto de que una moda sustentable es posible, y quien las use estará vistiendo un jardín.

Las prendas de Jardín Estampas pueden conseguirse en el showroom de Forma Taller (con cita previa) o en su tienda online www.jardinestampas.com.ar

Euge también dicta talleres de ecoprint, en donde busca transmitir esta técnica y multiplicar en otros su conocimiento. Pueden contactarla a través de su página web y en sus cuentas de facebook e instagram (@jardinestampas)