Confieso que durante años tuve muchísima resistencia a entrar al Ecoparque, por toda su historia como zoológico. Sin embargo, hace poco decidí conocerlo y la sorpresa que me llevé fue enorme.
Una gran plantación de flora nativa busca recrear el paisaje original de Buenos Aires y contribuir a la biodiversidad. Me parecía increíble ver tantas mariposas, colibríes, abejas, libélulas y otros insectos, mientras que afuera reinaba el caos de Plaza Italia.
Capítulo aparte son todos los pabellones, puentes, esculturas y obras arquitectónicas, de singular belleza y valor patrimonial. Declarados Monumentos Históricos Nacionales, hoy se encuentran fundidos con la vegetación, y es un placer descubrirlos de a poco en el recorrido. Estos son apenas algunos de ellos:
Ruinas Bizantinas (1909-1910)
Este conjunto de siete columnas fue traído desde Italia por Eduardo Schiaffino, pintor argentino y primer director del Museo de Bellas Artes. Una vez en el país, a la estructura se le agregó un basamento, un arquitrabe y se dispusieron las columnas en un semicírculo, para recrear unas falsas ruinas. La ubicación dentro de la isla del Lago Darwin fue idea del director Clemente Onelli, quien la eligió por tratarse de uno de sus lugares preferidos dentro del paseo.
Pabellón de la Música (1904)
El pabellón de la música es una pieza importada de Escocia y emplazada en el ex -Zoo en 1904, también bajo la gestión de Clemente Onelli. Era el escenario para las bandas municipales que se presentaban habitualmente en lugares públicos de la ciudad.
Puentes y esculturas
El proyecto Ecoparque incluye recuperar y poner en valor obras de arte, fuentes ornamentales y esculturas. La mayoría fueron instaladas en la gestión de Onelli, con el objetivo de agregar un valor estético al paseo.
Fuente Anchorena, con escultura Diana la cazadora, 1911 
Dios Baco, Charles Veeck
Casita Bagley
Es una construcción pintoresquista de principios del siglo XX, que funcionaba como boletería de un trencito que recorría el parque. Más tarde se vendían allí galletitas Bagley con forma de animalitos, de ahí su nombre. Hoy fue restaurada y funciona como un café de la cadena Croque Madame.
Unas últimas palabras respecto a los animales. Es verdad que todavía quedan algunos, ya que no pueden ser trasladados porque no se adaptarían a la vida silvestre o supondría en riesgo para su salud. Pero en contraposición a eso se está llevando adelante un gran trabajo de rescate y conservación de especies, para ser reintroducidas a sus hábitats de origen.
En conclusión, el Ecoparque es un lugar maravilloso para disfrutar de la naturaleza en Buenos Aires, un paseo gratuito y para toda la familia.
Información:
Ingreso por Plaza Italia (Av. Las Heras y Sarmiento)
Horarios: miércoles a domingo y feriados de 10 a 17 hs (último ingreso 16:45 hs). Cerrado por lluvia
Entrada gratuita y sin reserva previa
Muy interesante y original la propuesta